Para beneficiarte corriendo no tienes que hacer grandes distancias a la semana ni salir todos los días. Correr regularmente, saliendo tres por semana, una media hora cada vez, provoca cambios muy positivos en nuestro organismo, unos evidentemente más visibles que otros.
- Correr alarga la vida y cuida el corazón: Las paredes ganan grosor y los ventrículos aumentan su tamaño de manera que con cada latido nuestro mismo corazón puede bombear más sangre y, en consecuencia, el pulso en reposo baja considerablemente. La máquina de la persona que corre cada minuto trabaja menos para bombear la misma cantidad de sangre. cCorrer regularmente reduce hasta en un 20% el riesgo de ataque cardíaco y, además, prolonga nuestra vida, pues nuestra ” maquinaria” está más sana.
- Correr libera tu mente: tu cerebro libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, del bienestar, de la exaltación del ánimo y en consecuencia sientes que estás a gusto contigo mismo.
- Grasa corporal, músculos y huesos: Con tan sólo salir dos o tres veces por semana, media hora cada vez, el nivel de grasa corporal se reduce de manera considerable y se genera más hormona del crecimiento. Los músculos se tonifican y crecen, los huesos tienen una mayor capacidad de reparación y las articulaciones se vuelven más flexibles, más lubricadas.
- Organismo más fuerte y un cuerpo más tonificado: Tu sistema inmunitario se hace más fuerte, y también tus huesos, articulaciones, músculos respiratorios -como el diafragma-, los riñones, el corazón, sin olvidarnos de que nos encontramos mejor psicológicamente y se nos ve mejor físicamente.
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